8 nov 2009

Cartas por encargo

Querida Marta:

Hace mucha lunas quiero reencontrarte, saber en que lugar de Nueva York estas.
Unos meses atrás, me atreví a escribirte una carta con una vieja dirección que guardaba, en mis rincones, semanas más tarde volvió a mi buzón sin encontrar su destino.

También quiero decirte que he utilizado algunas redes sociales de las que abundan en Internet, buscando tu apellido de casada o a tus hijos que ahora deben ser jóvenes, pero todo ha sido en vano.

No sé si tú, como yo, soñaba con irse tan lejos, tan lejos. Sabes que tengo un recuerdo muy vivo: yo tenia 6 años aproximadamente cuando vivíamos en el pueblo de nuestra infancia, recuerdas aquellas tardes lluviosas y largas que se robaban el sol y a cambio la niebla se apoderaba de todo. Yo me refugiaba en el ventanal blanco de casa para ver las piedrecillas correr arrastradas por el agua y justo en ese momento íntimo soñaba con mi gran viaje.

Aquí estoy de nuevo mirando tras una ventana bajo el frio de Paris, en el instituto del mundo árabe, sus ventanas son como diafragmas de cámaras fotográficas en diferentes momentos de obturación…es todo un diseño hecho a la alusión de los mandalas y figuras árabes…El edificio tiene un juego de luces impresionante….Desde este momento se despertó en mí una curiosidad y reafirmación por conocer a Marruecos.

La gente marroqui es hospitalaria y creativa, son hacedores, parece que nacieron para crear, abunda la producción de todo tipo de artes y artesanias a la espera de turistas antojadizos. En los tiempos que corren, ellos, los subsaharianos y otros tantos, se juegan la vida cruzando el estrecho de gibraltar en busca de mejores oportunidades, que en muchos casos no consiguen...mientras tanto seguimos viviendo del lado de los privilegiados, tu , yo, y tantos otros que por alguna razón nos hemos ido del corazón de nuestra tierra

Hace ya diez años, una ventana del avión, me ofreció la sorpresa de ver el ojo rojo del amanecer cuando apenas en mi reloj, con hora local, marcaba las tres de la madrugada. Esto tenia un significado: un cambio de hora y de vida. Fue en mi gran viaje hacia Madrid, huyendo de tanto caos y violencia

Querida, estas palabras en vano ante tu silencio, la vida me ha permitido tener ilusiones, pero sigo sin aceptar muchas cosas, es verdad que se ha evolucionado pero seguimos vivimos tiempos dificiles, cargados de paradojas, la gente más pobre habita en los paises más ricos en recursos naturales, mientras se mueren de hambre y se desangran en guerras montadas para ellos como carruseles.

Tras tu viaje, la adolescencia quedó atrás, vi poco a poco nuestro pais teñirse de sangre hasta el cansancio y la impotencia, con este hecho crecieron los cementerios de ilusiones y el exilio masivo. La vida te ahorró tanto dolor, por irte pronto.

Desde una ventana tambien te vi partir aquella lejana mañana, era todo tan incierto, tu viaje clandestino, el nerviosismo de cruzar la frontera de mexico para reunirte con tus hermanas, al final nunca supe como fue todo esto, ¿viajaste camuflada en medio de un camión lleno de hierba? o ...nunca me has contado. Tampoco has querido responderme mis preguntas de como te sentias alli, más tarde entendí tu silencio. Cuando emigras los que se quedan te ven como triunfadora, y no siempre es asi, mi amiga, tu y yo lo sabemos. Las personas que dejas cuando las encuentras de nuevo parecen motivadas y te preguntan aunque no te quieran escuchar porque ya no se conjugan las complicidades en el mismo escenario.

A ti te recuerdo burlona, bromista. Cómo disfrutabas con mis despistes!!! No sé que queda de toda esa risa callejera…de tu entrañable amor de adolescente con quien yo te acompañaba para reunirte a escondidas.

Quizás no me creas, pero sigo persiguiendo gatos en las noches por las calles empinadas de mi pueblo.Estudiando, porque ya no se parar este eterno delirio de aprendiz, robandole tiempo al tiempo para escaparme a cantar y pintar mis autoretratos en los ratos libres.

Amo la buena vida, cocinar, comer y dormir como buena felina que me siento. Disfruto la espuma del mar asi como mi trabajo y las ganas de enseñar, la gente, mi pareja, mis amigas que son mi mejor patrimonio y me sigo sorprendiendo de mi papel de doctora corazón que opina y se mete en historias ajenas.

Si por casualidad te encuentras esta carta, mirala como un ejercicio para hurgar en mi memoria personal, talvez llegues a tener indicios para entender mis renuncias y el precio de mi independencia.


De tu entrañable amiga,

Azucena


Barcelona, 18 de noviembre de 2009

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