En esta primavera inauguro mi jardin, siembro palabras que se convierten en un entramado de historias
50.Terry
La anciana mujer salió de su casa, no sin antes hacer el ritual acostumbrado: Terry, mi Terry, pórtate bien. Recordó con dolor su ausencia.
Deambuló por la tiendas del barrio intentando recordar lo que había ido a comprar. Lejía? No, tonta que ya tengo en casa! Que vas a llevar Reina? -Le preguntaban las dependientas-. No recuerdo -explicó la anciana- Poco a poco se fue alejando hasta llegar a la tumba de su Terry…al panteón imaginario de los perros, se acercó para quitar alguna maleza y cuidar que las flores del día anterior no estuviesen marchitas. Allí lloró en soledad desconsoladamente
49. En busca de mi padre
"Si no me querés, te corto la cara con una cuchilla de esas de afeitar, el día de la boda te doy puñaladas, te arranco el ombligo y mato a tu mamá..." Esta canción acompañaba mi infancia pues nuestra casa estaba encima de la cantina principal del pueblo, los días de feria se duplicaban los campesinos, yo acompañaba a mi hermana a comprar la leche para el desayuno y veía como la calle se iba llenando de mulas. En este paseo cotidiano miraba desde la puerta de los bares, intentando reconocer mis propios rasgos en algún hombre que pudiera ser mi padre. Pero cómo saberlo? a quién preguntarle?
48. Rechazo o aceptación?
Maria Eugenia es guineana, asiste al gimnasio para estar en forma y a clases de informática para aprender aunque está ausente. Pregunta a su profesora algún remedio para quitarse las manchas, al salir se pone su sombrerito de paja que contrasta con sus extensiones de trencitas menudas, tiene ya 49 años y habla con dificultad el castellano a pesar de provenir de una colonia española. Es que yo a los 15 años corría y hacia deporte y ahora no puedo- explica ella-. Su problema es que no acepta el cambio de los años, usa cremas blanqueadoras que le manchan la piel porque desea fervorosamente ser blanca
47. La confusión
Todo estaba planeado: sería esa noche cuando su padre se fuera a la misa. Nos reunimos todas y manos a la obra.
La más diestra lo preparó todo con destreza, las demás esperábamos con expectativa. Llegó el turno a cada una. Marta se echó la bendición para que no le pasara nada raro. El pitillo rodaba acompañado de nerviosismo. Al poco rato ella ya habia fumado y le comenzó la paranoia, las demás no sabiamos aspirarlo,reiamos. Estabamos igual que al principio. Lo divertido fue cuando Marta confundió su perrito de plástico con la Maria Auxiliadora y comenzó a rezarle para que su padre no se diera cuenta. El perro no le hizo el milagro!
46. Chavela
Que cuánto hace? A Chavela la vi hace como 15 años... y no olvido su imagen. Vivia en una habitación de alquiler en Belén las violetas. Una noche fui a visitarla y la encontré haciendo desfile de muñecas, todas ellas lucían espléndidos vestidos hechos por ella. Creo que en esa época ya tenia 80 años y una mirada perdida. Me pareció estar viendo un personage de película. Recordé su casa grande, su jardín, su conversación cargada de refranes y sus hijas! Qué soledad tan grande en medio de aquel desfile! Después arrullaba y me enseñaba su Niño Jesús, con vestido de brillantes. Ahora no se nada de esa familia ni de sus hijas, continuaran luchando para no ser deportadas? No sé si lo suyo era demencia senil o infinita soledad.
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